Una creación de ficción futura -como “El futuro de los recuerdos” de José López Calvo, editada por Wolters Kluwer- puede ser también un texto jurídico-público. Porque un jurista centrado en el presente y pasado analiza certezas "de lege data". Pero escribiendo sobre el futuro debe anticipar escenarios creíbles y, "de lege ferenda", desbrozar conflictos, volátiles y todavía no existentes, pero verosímiles y previsibles a corto o medio plazo. 

Como se acomete en la presente obra que contiene retazos y dilemas éticos en privacidad, propiedad industrial, política y poder o Administración. Para ello la ficción es ideal, hasta que, eso sí, el transcurso del tiempo pueda convertir imaginación en realidad.

La obra presenta un mundo futuro (hacia 2050), en el que el imperio de la tardopostverdad (un contexto en el que la confrontación entre la realidad y las falsas realidades multiplicadas a través de las redes, hacen imposible discernir lo cierto de lo falso), obliga a las autoridades a garantizar los contornos de la realidad. Nacionalizando internet y creando a través de la ley de Defensa de la Realidad un Organismo que luche frente a los bulos, los Rashomon (realidades distorsionadas por varias versiones), tiranía de los algoritmos, rumores que matan y aniquilan honores, artistas inexistentes, curriculums hinchados, técnicas "deep fake" de manipulación de imagen y videos, jóvenes aislados con su “casquete virtual” que se trasladan de manera efectiva a mundos mejores pero inexistentes... Una nueva ley obliga a dilucidar problemas éticos como la aprobación o no de robots humanizados que -desbordando la vertiente sexual- se conviertan en un sustituto de los humanos como objeto del amor. Todo ello conduce a uno de sus elementos más controvertidos: la conexión de la persona a máquinas que abran la puerta a posibles viajes mentales a los recuerdos, permitiendo a cada persona vivir instalado en sus recuerdos más felices. Porque la patria es aquel período de la vida -coincida o no con la infancia- en el que se fue más dichoso. Tales dilemas éticos y vitales se repasan a través de la trayectoria de un ex Presidente del Gobierno ilocalizable y de las incógnitas que derivan de su desaparición.

Acceda a su cuenta