Ha fallecido nuestro compañero Aurelio Desdentado Bonete, Administrador Civil del Estado de la séptima promoción.

Desde la Asociación Profesional del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado queremos trasladar nuestro más sentido pésame a sus familiares y amigos y rendir un sincero homenaje a una persona que ha dedicado su vida al servicio del interés general.

Os invitamos a leer un obituario privado realizado por un compañero jubilado, Antonio Fdez Fabrega:

En un "In Memoriam" ("La honestidad del buen jurista") publicado ayer en la pág. 43 de El País leí la triste noticia del fallecimiento el pasado viernes, víctima del coronavirus, de Aurelio Desdentado, nuestro entrañable amigo y compañero de la montaña en ya lejanos tiempos.
No me corresponde, ni es éste el sitio, glosar su extraordinaria trayectoria como jurista. Baste decir que se inició, después de sacadas las oposiciones de TAC, en su primer destino en el Ministerio de Trabajo en donde se forjó su vocación en Derecho Laboral y se desarrolló durante largos años en dicho Ministerio —salvo una breve etapa en el de Industria, en el mismo Departamento que yo, debida a dificultades de encaje en los Ministerios de Trabajo y de Seguridad Social— culminándola con su nombramiento en 1986, por el cuarto turno para juristas de reconocido prestigio, como Magistrado del Tribunal Supremo, siendo el Magistrado más joven y en el que permaneció hasta su jubilación en 1984.
No obstante, sí quiero recordar brevemente la apasionante etapa, durante la que consolidamos una gran amistad, que vivimos juntos en la Asamblea General y el Consejo Rector de la Muface con la complicada integración en ésta de las diversas Mutualidades de los Ministerios Civiles.

Cúmpleme ahora recordar con nostalgia las muchas marchas que hicimos juntos con el Grupo de montaña que hemos terminado llamándonos FASINFRON.

Su primera salida con nosotros fue en un día tan señalado como el jueves 28 de octubre de 1982 en el que se celebraron elecciones generales que ganó el PSOE por primera vez. Fuimos solamente 4, Aurelio, Sabán, Pilar, la mujer de Mariano Zabía y yo. Estuvimos en el Hayedo de Montejo no recuerdo si antes o después de votar.

A partir de entonces su presencia en muchas de nuestras excursiones fue frecuente, tanto en Guadarrama como en Gredos.
Son de destacar las marchas de Gredos, ya en el curso 1984/85, en las que se daba la feliz circunstancia de que Aurelio y Antonio Morales tenían un apartamento en La Adrada y el matrimonio García de Enterría una casa en Arenas de San Pedro. A las marchas que organizaban los 4 nos uníamos entusiasmados los de Madrid para conocer Gredos con tan buenos guías. Recuerdo especialmente las Marchas de Navidad desde La Adrada, inolvidable Casa Juanito, para subir al Collado de las Vacas y al Cancho del Berrueco (no siempre y no todos), pasar por Casillas con comida en la también inolvidable Casa Anita y terminar en La Adrada pasando antes por Sotillo de la Adrada. A veces terminábamos de noche por lo que recomendaba llevar siempre en la mochila una linterna (no conocíamos la existencia de frontales).
Dejó de venir, probablemente por razones que, precisamente por inciertas, no son del caso, en el curso 1986/87 aunque su última salida con nosotros fue el 23 de abril de 1988 con motivo de la Marcha Homenaje a Enterría con motivo de su jubilación. Fuimos desde La Adrada, por la Jabalinera, al Collado de Las Vacas para comer en Casillas en Casa Anita y vuelta a La Adrada.

No puede faltar un hecho luctuoso en una marcha a la que yo no fui, pero que hemos rememorado frecuentemente; debió de ser en marzo o abril de 1985 y el recorrido salía de El Tranco, subía a la Pradera del Yelmo, bajaba al Collado de la Dehesilla terminando en El Tranco. En la bajada de la Pradera del Yelmo a la Dehesilla hay una gran lancha de roca, muy empinada y peligrosa de pasar, al subir y más al bajar. Pues bien, en esa lancha Aurelio resbaló y se cayó con tan mala fortuna que se rompió la tibia y el peroné. Con tan grave y dolorosa lesión tuvo que bajar hasta El Tranco pues en aquella época no existían, o no lo sabíamos, bomberos ni Guardia Civil que auxiliara. Como compensación de tan penoso recuerdo debe reseñarse que en él se produjo una de las frases más famosas, si no la más, dichas en Fasinfron. Antonio Morales, en las antípodas ideológicas de Aurelio, ante los dolores de éste, le animó con la famosa frase de "cuando entonces" (Umbral dixit): "Aurelio, ofrécelo por la conversión de Rusia".
El malvado Antonio decía tiempo después que algo debió de ofrecer Aurelio pues al poco tiempo hubo una cierta apertura en Rusia.
Sólo me queda añadir que tal lesión mereció el primer calificativo de Memorial, después seguido, por desgracia, por bastantes más. El I Memorial Aurelio Desdentado lo conmemoramos el 15 de marzo de 1986 con el mismo recorrido que el de la caída y 12 participantes.

Para terminar me parece que el mejor calificativo que se puede dar a la personalidad de Aurelio es el de bonhomía, según el DLE, "afabilidad, sencillez, bondad, y honradez en el carácter y en el comportamiento".
Descansa en paz, amigo.

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